IMAGEN Y ANTIGÜEDAD
   
 
  LEYENDA DE ARKAM
    
       LA LEYENDA DE ARKAM                              
 

Esta fue la primera exposición que hice, está basada en una adaptación libre del mundo de H.P. Lovecraft.

 

AL CENTRO DEL UNIVERSO

Desde que leí por primera vez el nombre de Arkam y supe de su fantástica historia sólo tuve un pensamiento: ¡Ir allí! Según la leyenda, había tres maneras para poder llegar al enigmático lugar, la primera consistía en bajar a la cripta más profunda de la tierra y recorrer sus inquietantes galerías, me daba miedo y deseché la idea. La segunda opción se trataba de saltar a lomos de un gato desde la torre más alta en dirección a la luna, pero la idea me pareció peregrina. Así que me incliné por la tercera propuesta que consistía en sumirse en un profundo sueño y viajar por el mundo onírico.
Fui a mi cuarto y pensé de manera obsesiva en Arkam hasta que mi vista se fundió con imágenes de planetas y galaxias. El viaje había comenzado y un mundo de colores aparecía ante mí.



 

LA PUERTA DE ARKAM

Estaba delante de la puerta, sabía perfectamente que no se abría para todos, sólo podía esperar. De su difusa imagen aparecieron diferentes luces, algo estaba pasando. En el umbral un torbellino giraba furiosamente como si quisiera engullirse todas las estrellas, todo el tiempo, toda vida. Me acerqué a la puerta y entré.





UN SEGUNDO DESPUÉS...

Al otro lado me esperaba un anciano que me dio la bienvenida, advirtiéndome que mi estancia sería pasajera. No era ni demasiado bueno ni lo suficientemente perverso para permanecer mucho tiempo y podría romper el equilibrio de Arkam. Me entristecí, el anciano comprensivo me explicó que Arkam se formó de un grano de tierra un segundo después de la gran explosión que expandió el universo, desde entonces permanece un equilibrio indestructible entre los sentimientos más nobles y los más mezquinos.
Todo era diferente de lo que conocía hasta ahora. Había confusión, caos y belleza unidos en un mismo concepto. La noción tiempo carecía de sentido y ante mí se mostraron como si de una película se tratara imágenes, espirales de colores que se arremolinaban con furia mientras surgía de aquella explosión de magnitud infinita un mundo forjado de sueños.
 




EL PRIMER CAMPO

El grano de tierra formaría el primer campo y de él se extendería la vida igual que un torrente de agua germinando todos los frutos. Surgieron grandes valles y altas montañas, caudalosos ríos, soles impetuosos que bañaban con sus rayos campos mágicos, torres inmensas con extrañas luces, arqueados espacios celestes con luminarias que como un racimo de diamantes se desparramaban por un cielo arteciopelado de brillantes y refulgentes tonalidades.
Nunca vi tanta belleza, me sentía profundamente conmovido, mi cuerpo temblaba como si una convulsión me agarrase con sus invisibles manos zarandeándome sin piedad. Mi ser era invadido por una especie de incontenible energía envuelta en sentimientos, estaba fundido con aquel universo de hermosura deslumbrante, donde las palabras de un poeta no serían suficiente para describirlo.
El anciano me cogió del brazo y con una suave sonrisa leyó las emociones que surcaban por mi ser. Lloraba y reía igual que un niño. Era feliz y también desgraciado por lo pequeño que me sentía. ¡Dios que pequeño era!




CAMPOS DE SALEM


El anciano me mostró un campo que llamaban de Salem, todos los campos son como este me dijo. No hacían falta ser cultivados ni regados. Por la noche se regeneraban y por la mañana se recogía el fruto ya maduro.
De nuevo torbellinos de luces engullían la tierra para renovarla y vomitarla después en un ciclo perpetuo. Nada tenía razón de ser si no era por un motivo. El sentido de las cosas estaban regidas por leyes inflexibles y matemáticas que se cumplían invariablemente. Todo estaba dentro de un conocimiento universal, era como un engranaje en el que la armonía y el caos fueran elementos de fusión.




TORRE LUMINOSA DE TITANIA

Vi a lo lejos una torre espléndida que parecía estar formada de luz. Algunas veces daba la impresión de que aumentaba su fogosidad, otras se oscurecía. Mi acompañante contó que la luminosidad que irradiaba estaba en función de la cantidad de sentimientos generosos y egoístas que emanaba de Arkam. Era un medidor emocional y voluble, una especie de receptor moral que convertía las acciones personales de sus pobladores en energías positivas o negativas.



 
 
LA PIEDRA MÁGICA

En el corazón de la torre se encuentra una piedra capaz de invertir a las personas: al bueno lo hace malo y al malo bueno. Poderoso al pobre y miserable al rico. Sólo hay que abrirla por la mitad. Según el anciano muchos habían dejado el hálito en ella.
Aquella maravilla de radiantes tonos guardaba la trampa de la ambición. De sus colores emanaba fuerzas misteriosas y poderes primordiales perdidos en la noche de los tiempos. Era como la mirada hipnótica del depredador a su presa. Su fulgor te envolvía te atrapaba y se codiciaba. Su magia estaba teñida del veneno más antiguo y por los que han luchado pueblos enteros: ¡Poder!
Me costo mucho poder recobrar el dominio de mi mismo, tenía la sensación que había superado una prueba y ello hacía que me sintiera seguro y fortalecido, sobretodo era consciente de que me aguardaban cosas que ni tan siquiera podía imaginar.





EL SUEÑO DEL PRÍNCIPE SEDENKARE

Le pregunté por la extensión de Arkam, el anciano miró sorprendido, sonriendo me ralató la historia de Sedenkare, un joven príncipe que obsesionado por llegar más allá de los limites conocidos, construyó inmensos veleros espaciales buscando el final de la tierra entre los vacíos siderales. Pasó mucho tiempo sin que ninguno de sus oficiales lograse llegar al extremo del mundo, desesperado, embarcó en una de sus naves con la esperanza de encontrar un sueño imposible: poner fin a lo que no tiene comienzo. El príncipe desapareció con toda la tripulación intentando establecer fronteras a su propia fantasía.





EL PASO DE LOS RECUERDOS PERDIDOS

El anciano fue relatando cosas que me llenaron de admiración, y otras que me perturbaron llenándome de ansiedad. Me previno de los peligros que entrañaba mi viaje si decidía continuar. Pero estaba resuelto llegar hasta el corazón de su ciudad y que daba nombre a todos mis sueños ¡Arkam!
Pregunté como podría llegar hasta allí, la respuesta fue laconica: "Sigue el resplandor de las estrellas", aturdido, me despedí de aquel anciano de mirada inquietante.
Me encontré dentro de una vereda, al fondo se veía mi casa como si se estuviera deshaciendo, reconocí el lugar como el paso de los recuerdos perdidos. No tenía ninguna intención de perder mis recuerdos, era lo único que me unía a la cama de mi habitación y a su aburrida realidad. Necesitaba algo a lo que pudiera recurrir, un billete de regreso en caso de necesidad. No quería que el sueño se convirtiera en pesadilla
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CAMINO DE CHANTRA

Después de abandonar precipitadamente el paso, me encontré con un escenario absolutamente nuevo, se trataba del camino de Chantra del que ya me había hablado el anciano. Un paraje habitado por los "Sotríos", seres tremendamente belicosos y crueles, tenía que tener cuidado.
El panorama estaba teñido de sangre, aquel cielo me sobrecogía. Mil ruidos y murmullos se escondían entre las sombras y sentía como si una legión de ojos me observaran.
Decidí apremiar el paso y alejarme de aquel paraje tan poco hospitalario y del que tantas y tan terribles cosas se decían de sus habitantes.





EL MONOLITO DE LOS DESEOS



La noche había desplegado sus alas negras, observé un resplador. En un llano rodeado de árboles se levantaba una columna que despedía un fulgor brillante. En la piedra había una inscripción que decía: "A los aventureros que recorren los sueños haciendo de sus deseos una realidad". Me sentí aludido, emocionado, giré la cabeza por última vez para poder contemplar el monolito y dejarlo grabado en mi memoria, era hermoso, las luces lo cubrían como un sutil velo. Los colores inundaban todo, había paz y el cielo estaba coloreado por el pincel de un artista.




NOCHE EN LA TORRE ENCANTADA

No estaba cansado, a lo lejos una construcción llamó poderosamente mi atención, el brillo de las estrellas la iluminaba. La torre encantada murmuré entre dientes, se dice que en ella vive encerrada una princesa por haberse enamorado de un joven de baja estirpe. El amante fue muerto y ella vive sin consuelo. Dicen que los duendes de la noche apiadados de su tristeza ponen luciérnagas en el cielo para aliviar su pena. Mientras recordaba la historia, me fijé del extraordinario parecido que la torre tenía con mi casa, los recuerdos seguían caminando junto a mí.




VALLE DEL FUEGO

Los soles amanecieron pronto, no había descansado mucho, mil murmullos poblaron la noche con sonidos que no me atrevo recordar, ahora, la mañana comenzaba y decidí ponerme en marcha. Vi un fulgor lejano y sentí miedo.
El valle del fuego se presentaba con violencia en un panorama incandescente y terrible, el cielo parecía arder, la tiera era un montón de brasas que lo consumía todo. Sonidos horribles llegaban a mis oídos, eran voces desgarradas en un suplicio sin fin. Inmensas llamaradas surgían del suelo como si fueran lenguas que se oprimían buscando un hueco para devorar el aire y la vida.
Abandoné aquel lugar de fuego y azufre donde sólo el dolor parecía tener sitio.




 


LA CASA DE PÍNDALO


Sobrecogido aún por el valle del fuego, el destino me preparaba otra sorpresa que hizo aflorar mis terrores más primitivos, sus ángulos y formas la delataron en mi subconciente.
La casa de Píndalo, donde la vieja bruja creaba los monstruos que pueblan las pesadillas. La luz que se filtraba entre las ramas me indicaba que ella estaba, seguramente entre conjuros y guardando terribles libros, uno de ellos es el Necronomicón, escrito por un árabe loco llamado Abdul Al-Hazred, el otro es el Liber Ivoris y su autor se pierde en la memoria. Tanto uno como otro tienen el poder de invocar entidades terribles cuyo poder sobrepasa el entendimiento y la razón.
Haciendo acopio de valor pasé de puntillas, cuando estuve a una cierta distancia, comencé una frenética carrera que sólo terminó por falta de aire en mis pulmones.






LA TERRIBLE LLANURA DE SPECTRA


Tenía sed pero no encontré agua. Ante mis ojos la llanura de Spectra. El panorama de la llanura era hermoso y terrible, el planeta gigante Titán ocupaba casi todo el horizonte. Comencé por adentrarme, pero a cada paso se abrían ante mí simas oscuras y profundas, parecía que la propia tierra se revelaba contra el intruso que osaba violar su superficie. Al fondo, inquietantes formas me esperaban mientras extraños susurros invadían la llanura con nombres impronunciables. Y la soledad, una terrible y devastadora soledad que luchaba por abrirse paso en el ánimo mientras la sed me consumía de manera febril.




FUENTE DEL LLANTO DE AMAEL

El ruido del agua me sacó de la inconsciencia. Me levanté como pude y como si fuera un borracho fui acercándome a un precipicio, la vista de una fuente hizo que aumentase de forma frenética el paso, resbalé y caí pesadamente sumergiendo la cabeza de manera estúpida. Bebí como un poseso sin saborear el frío liquido. El dolor me taladró terriblemente el brazo, lo llevaba cubierto de sangre, la caída había producido cortes y magulladuras por todo mi cuerpo. Lavé la herida, la luz de la poza hizo que comprendiera con horror en que clase de fuente estaba y ello hizo que me apartase de ella rápidamente sintiendo unas profundas arcadas. El llanto de Amael grité, son las lágrimas del que siempre está triste y en su profunda poza las almas de los condenados se remueven inquietas mientras esperan su turno para el infierno. Me iba asuntando conforme recitaba las últimas estrofas de la leyenda. Huí de allí con el alma encogida.

 
 
 

REMANSO DE PHOPEA

Cansado, dolorido y asustado, buen bagaje para un aventurero como yo dispuesto a recorrer Arkam. Me reí como un idiota mientras mis pies jugaban con el agua. Había paz en aquel remanso pero el reflejo verde y las luces que resaltaban en la oscuridad me ponían nervioso. Me preguntaba dónde estaría ahora la bella Phopea que según se dice en voz baja se bañaba en este lugar, pero un día dejó de verse desapareciendo para siempre. De ella se comenta que tenía pactos secretos con fuerzas de las que más vale no hablar, la hermosa bruja puso su nombre al remanso. Por la noche se cuenta que una dulce voz sale de las profundidades del río cantando con una penetrante y melancólica tristeza, pero en otras ocasiones la voz se transforma, convirtiéndose en un espantoso grito que desgarra el silencio, es entonces cuando suceden cosas...
Decidí cambiar de pensamientos, me sorprendía lo que sabía sin que nadie me hubiera contado nada y además tenía la sensación de haber estado antes y de formar parte de todo. Me levanté perplejo y dirigí mis pasos aguas arriba, a las fuentes del río Kentaure donde todo es posible.





FUENTES DEL RÍO KENTAURE

 
El ruido del agua era atronador, un inmenso remolino bifurcaba el líquido en todas las direcciones engulléndose gran parte hacia abismos tenebrosos e insondables. El agua siendo azul, reflejaba un curiosa tonalidad rojiza que le daba aspecto misterioso. En Arkam hacía tiempo que se conocía sus fuentes pero nunca nadie se aventuró a descubrir su desembocadura.
Del Kentaure se habla con temor y repeto. Se dice que uno de sus afluentes baja de las montañas de la locura y da de beber a bocas abominables pero nadie regresa en su sano juicio para contarlo.
Todo era tan mágico y oculto, comtemplé el torbellino hasta marearme, sabía que Arkam se mostraría ante mí, ya se estaba mostrando: la tierra que pisaba, el aire que respiraba, el cielo que me acogía y el propio misterio que me envolvía era Arkam.




TRISTEZA EN ANTRAX

Llegué al poblado llamado Antrax. Una gran tristeza me invadió, la desolación iba de la mano de una profunda melancolía. Cuando pregunté el motivo a uno de los pobladores de aquel paraje, me contó que todo allí era triste. Hace mucho tiempo, Antrax era alegre y se vivía con alborozo, el cielo era bondadoso con ellos, pero sucedió que uno de los dioses Primordiales bajó al poblado disfrazado de apuesto príncipe, éste se enamoró de una joven muy bella llamada Teizabel, pero ella se negó a marcharse con él. El Primordial montó en cólera y Teizabel quedó convertida en un hermoso cisne que de vez en cuando se le oye chapotear en el estanque, cuando esto sucede, los árboles florecen y uno de los soles se asoma para beber de su agua. Es entonces cuando la alegría retorna, todo parece tener armonía y los susurros del viento traen bellas palabras que rebotan en el valle. Pero cuando deja de escucharse al cisne, el abatimiento regresa y todo se tiñe de gris, el silencio hace presa en los corazones para no abandonarlo.




MIEDO EN SOINAL

Cuando salí de Antrax la noche cubría gran parte del horizonte, cometí la torpeza de no quedarme pero reconozco que tanta tristeza no era para mí, así que me aventuré siguiendo siempre el fulgor de las estrellas.
Desde hacía un rato notaba como si alguien o algo me siguiera. Se me ponían los pelos de punta solo pensar el aspecto que pudiera tener. Entré en las ruinas llamadas Soinal que fue en tiempos una ciudad pujante, pero el culto a entidades innombrables hizo que los Primordiales la destruyeran, ahora solo quedaba un par de calles y un profundo desconsuelo en sus piedras.
Los pasos estaban cerca pero no eran pies humanos, el ruido se asemejaba a una especie de palmeo, como si llevara membranas entre los dedos. Palidecí, y en mi cabeza imágenes horribles dieron paso al miedo.




EL CASTILLO DE LA CRUZ

No había descansado en toda la noche. Las pisadas, siempre el ruido de pisadas persiguiéndome. Ahora, con las primeras luces parecía no escucharlas.
En el horizonte se recortaba una enorme fortaleza, la reconocí enseguida, había soñado muchas veces con ella. El castillo de la cruz, donde los Primordiales y unos seres surgidos del mar llamados Profundos se enfrentaron por la posesión de esta parte de los sueños. Los Profundos fueron vencidos en un combate espantoso, todavía se puede escuchar como rebota el sonido de las espadas entre las piedras. Los profundos que no perecieron, fueron capturados y esclavizados, aunque se cuenta que algunos escaparon y todavía hoy se esconden entre los bosques y las ruinas.
Los Primordiales colocaron en el cielo una cruz de estrellas que se ilumina día y noche para recordar a todos el porder que ostentan.




EL PUENTE DEL SILENCIO

De nuevo tenía a mi lado el Kentaure, bebí con avidez el agua que me regalaba y seguí su cauce, un poco más adelante tuve ante mi vista el puente del silencio. Esta construcción según cuenta la leyenda, fue levantada en época remota. Se cuenta que cuando se construyó no pasaba todavía el Kentaure, pero los Primordiales trazaron su cauce para que lo atravesase en silencio y así poder rendirle homenaje ante su arrogante belleza.
A las aves del cielo se les dio la misma recomendación y a las bestias de los bosques se le prohibió que cazasen en sus alrededores para que no rompiesen la armonía. Solo a las flores se les permitió que se mecieran con el viento y espacieran sus delicadas fragancias por el valle.
De entre los árboles solo se escuchaba silencio, y entre las nubes aparecía luces que jugaban con los remolinos, los cuales surcaban intrépidos por el viejo puente que airoso se alzaba con elegancia sobre las aguas.




CAMINO DE ARKAM

Estaba muy cerca, el fulgor de la vieja y admirada Arkam fundada por los Primordiales en época perdida por el tiempo, iluminaba el fondo del camino como si fuera una estrella rebelde. La vegetación tenía un tinte rojizo y exuberante con extraños pero perfumados olores. Pequeñas luces ya habituales acompañaban mis pasos como queriendo jugar con los matices que afloraban el paisaje.
La noche se iba abriendo camino poco a poco y de nuevo traería las pisadas que tanto me aterrorizaban, palidecí e intente no pensar en nada que no fuera Arkam. Aceleré el paso sin prestar atención al sonido que venía de atrás y que se acercaba de manera obsesiva e inquietante.
Arkam ya estaba casi a la vista y nada o nadie impediría que la viera y caminase por sus calles. ¡Nada!




BÚSQUEDA EN EL ÁMBAR

Vi un mar cerca de la ciudad, estaba compuesto de ámbar. En él, había varios seres con luces que buscaban algo, cuando me acerqué movido por la curiosidad me recibieron de manera grosera. Les pregunté que hacían, uno de ellos sin mirarme contestó con voz parecida al gruñido: "Siempre que alguien se aventura por este mar se pierde irremediablemente". Parece ser que estos tenían como misión inútil buscar al que nunca se encuentra.
Me marché de allí, no me gustaba el aspecto que tenían y sus maneras tan particulares de moverse.

 
 

ARKAM

Tengo que reconocer que su imagen me embriagó. Lloré como un niño, tantas penalidades, sufrimientos, miedos y horrores, pero Arkam estaba delante de mis asombrados ojos. La bahía sin fondo donde se dice en voz baja que en ciertas noches se bañan los Primordiales. El cielo, rebosante de maravillas con luceros que la iluminan perpetuamente. Los barrios y sus casas terribles donde...
Pero mis poéticas reflexiones quedaron interrumpidas, un ruido... Contuve la respiración y escuché atentamente, los pasos estaban muy, muy cerca. Un espantoso hedor llegó hasta mi olfato, me alejé precipitadamente, tenía mucho miedo y comencé una alocada huida sin destino ni refugio, no había nada que me amparase, sólo la fuerza de mis piernas que eran empujadas por un terror demente y primitivo, carente de razón y donde solo existe el instinto de supervivencia.




LAS CASAS TERRIBLES DE ARKAM

Corrí como un poseso sin darme cuenta que entraba en uno de los terribles barrios prohibidos, dicen que en los sótanos de sus casas se esconden deformidades que con sólo verlas se perdería el juicio. Escuché extraños ruidos que provenían de las profundidades y ángulos imposibles de las casas. Seguí corriendo, tropezando con las sombras, detrás de mí algo corría también con un ruido que me erizaba los cabellos.




AGUA DE CIELO AZUL

Dios mío, no sé cuanto tiempo estuve huyendo de aquel horror, estaba tan cansado que me senté en el suelo. El bello panorama de las fuentes de cielo azul me tranquilizó, unas fuentes que tenían su particular encantamiento al manar del mismo cielo, convirtiéndose en una catarata espectacular que al contacto con la profunda laguna no producían ruido. Una más de las muchas maravillas de aquella escalofriante y hermosa ciudad.
Sabía que el viaje estaba llegando al final y casi lo deseaba, no quería que el sueño se convirtiera en pesadilla y los últimos acontecimientos tenían más de pavoroso que de otra cosa. Aún así tenía una profunda nostalgia.
El brazo me dolía terriblemente, con tanto estremecimiento casi me había olvidado de él, lo llevaba absolutamente entumecido y las punzadas iban en aumento.
Sentí un profundo sueño que me llenaba dulcemente, poco a poco todo fue nublándose y mis musculos empezaron a relajarse.




EL PRADO DEL SUEÑO

El prado del sueño era como una estación cuya misión era hacerme regresar a la realidad, al mundo aburrido y gris, a la soledad de mi casa, a la lucha en la selva en que se habían convertido las ciudades. Sin tiempo para soñar, con la magia perdida en aras de una estúpida realidad de intereses y beneficios, de sumas y porcentajes, sin moral ni misericordia, de muñecas rotas e inocencias perdidas.




NOCTURNO

El sueño llegaba irresistiblemente. Me tumbé mirando por última vez las maravillas del cielo de Arkam. Ya no tenía miedo, ya no había pisadas ni monstruos sin rostro ni viejas brujas, sólo había paz y armonía.
Los ojos se cerraban poco a poco. Cuanto iba añorar sus soles y estrellas, el Kentaure y sus fuentes, el limpio color de sus...




DESPERTAR

Desperté en mi habitación, todavía tenía la luz encendida. En el suelo estaba el libro de mi admirado Lovecraft: "Aventuras oníricas de Radolph Carter". Todo había sido un sueño, un idílico sueño fabricado por la lectura y por mis propios deseos, mezcla delirante de fantasía y un concepto platónico muy característico en mí.
Me levanté para recoger el libro, pero un ulcerante dolor en el brazo me detuvo, lo llevaba cubierto de sangre, todo el cuerpo me dolía terriblemente como si...
Me recosté en la cama y sonreí.


 
Armando Serrano


AUTOR DE LA PÁGINA : ARMANDO SERRANO
 
"Un poco de todo y un mucho de nada"
Hermann Hesse
 
"Siempre tiene que existir un ejemplar de mi especie, de lo contrario se extinguiría la revolución y la lucha de la fantasía contra la maldita realidad."


"Si tus ojos no pueden ver el sol, no llores porque tus lágrimas te impedirán ver las estrellas"
Groucho Marx
 
"Si le parece cara la cultura pruebe con la ignorancia".


"Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre, y dentro del perro probablemente está demasiado oscuro para leer."
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"Lo bueno del cine es que durante dos horas los problemas son de otros."
Francisco de Goya
 
“La fantasía, aislada de la razón, sólo produce monstruos imposibles. Unida a ella, en cambio, es la madre del arte y fuente de sus deseos”.
 
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